martes, 14 de agosto de 2007

PASAR LA NOCHE EN VELA

“En tus textos eres una persona” dices mientras pasas los dedos de tus pies por mi pecho. “Pero en realidad eres el hombre más frío que he conocido”.

El humo del cigarro y el olor a cerveza llenan la habitación. El sol moribundo se cuela por las cortinas, dibujando siluetas fantasmales en el suelo. Yo juego con tus pantorrillas, mirando el movimiento de tu pecho al respirar.

“¿Por qué no me abrazas?” te acercas.

Porque he olvidado cómo hacerlo.

Descansas la cabeza en mi hombro, dejando que tu cabello me acaricie la espalda, pasando los dedos por mi rostro, respirando suavecito. Siento lo tibio de tu cuerpo, lo dulce de tu aroma. Quiero decir algo que te haga sentir bien, pero no puedo.

“¿Pasa algo?”

No

“Entonces ¿Qué tienes?”.

Nada.

Doy un sorbo a la cerveza y me salto la siguiente canción con el control remoto. No quiero moverme, tampoco quiero que te muevas. Sólo quedarnos así, calladitos, hasta que se enfríe el centro del universo.

“Me gustas” dices.

Yo te acaricio el brazo.

Te pones de pie y miro tu espalda desnuda, tus nalgas perfectas, tu cintura. Siempre me ha gustado aprenderme cada uno de tus detalles. Y así, sin darte vuelta, en voz baja, me dices.

“Ven a dormir conmigo… O arrópame o cuéntame uno de tus cuentos, porque hoy sé perfectamente que me va a costar conciliar el sueño. De hecho creo que no quiero dormir, porque estando despierta sé que estoy contigo, que puedo pensar, que puedo imaginar, que puedo moldear la realidad a mi antojo y acercarte a mi lado, tal vez más de la cuenta, hasta el punto de inspirar el aire que tu expires…Pero si duermo, no sé cómo hacer para poder verte, porque me pierdo entre sueños que ya no tienen ningún sentido. Por eso, ¿sabes qué? preferiría pasarme la noche entera en vela, porque despertar, buscarte y ver de nuevo; una vez más; que te has ido, me duele”.

No sé qué contestar. Me conoces. Prefiero huir de ti, de tus atenciones, de todo lo bien que me haces sentir. Sabes que no soy un hombre romántico.

Y te miro desaparecer tras la puerta de la habitación, triste.

Honestamente, creo que no te mereces a un tipo tan repugnante como yo.

1 comentario:

Unknown dijo...

Hola

Que bueno que encontré a un compañero de penas bloggeriles en ti (tambien ando por ahi, casi sin comentarios, sin visitas, ni nada, solo publicando a la deriva desde mi salida de Windows Live Spaces y hasta mi llegada a Blogger).

No entiendo por que los de Ficticia (un sitio que paso de ser uno de los mas apreciados y que estaban en mis links del Space por su Puerto Libre a uno donde hay mas mensajes personales que cuentos) quisieran mentarte la madre si, la verdad y en mi humildísima opinión, escribes muy bien y, creo que tienes unos gustos musicales muy buenos.

Ojalá me visites en mi blog, este es el link y dejes tu comentario.

Janik